domingo, 24 de octubre de 2010

STAR WARS


Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana… hubo una producción que cambió el cine para siempre, abrió la veda de la temática espacial, y nos ha hecho descubrir las posibilidades de los efectos especiales. Hay un dato que parece mentira, pero la verdad es que cuando digo que abrió camino en la temática espacial, no digo que fuese la primera de ese género, pero fue la película que catapultó al género como solución comercial rentable. Mucho antes habían triunfado Star Trek en televisión, pero tampoco había tenido respaldo en la gran pantalla, con lo cual se puede afirmar, que el éxito que consiguió la Fox con “Star Wars” lo quiso imitar Paramount Pictures con un producto que tenía en cartera desde el año 66, se trataba de Star Trek. Es inevitable el afirmar que sin Star Wars, Star Trek sería una franquicia olvidada, pero la cinta de Lucas relanzó la franquicia de Star Trek en el cine. Del mismo modo, también es justo decir, que Star Trek, dejó un legado aprovechado posteriormente por George Lucas y demás artistas.
Su estreno en el año 1977, provocó todo un boom en la mercadotecnia hollywoodiense, prácticamente se puede afirmar que hasta aquel momento, el merchandaising era algo que no iba en serio, sobre todo en lo que se refiere a promoción fílmica. Lucas y esta cinta dieron buena cuenta de todos los millones recaudados por muñecos y demás accesorios. Rompió con todas las taquillas y estableció records que incluso con la inflación se tardó mucho tiempo en superar.



Para hablar de los cimientos de La guerra de las galaxias, hay que remontarse hasta el cine de Kurosawa, más que nada para reconocer la mano indirecta del maestro japonés en la cinta. George Lucas, como Spielberg, Scorsese y demás genios del mejor cine de estos últimos cincuenta años beben de la mano de Akira Kurosawa. La admiración que tenían por él, los lleva en los ochenta, a producir la película “Los sueños de Kurosawa”, una de las pocas producciones en color del genio nipón. Star Wars se “inspira” en un filme japonés, “La fortaleza escondida”, que Akira Kurosawa dirigió en 1958. Ambientada en el Japón feudal del siglo XVI, cuenta la historia de un samurái (interpretado por Toshiro Mifune) que debe liberar a una princesa en una fortaleza de caracter desconocido, como puede ser la estrella de la muerte, escoltarla hasta casa por un camino lleno de trampas, ayudado por dos carambainas, que están siempre peleandose y malmetiendose. El aporte de estos dos personajes es el de quitarle un poco de carga y aliviar con algo de comicidad la trama. No me diréis que no se advierte un parecido con los androides, incluso los caracteres samurais ayudan a construir el personaje de Obi-Wan Kenobi, es más, toda la filosofía oriental de los Samurais, las artes marciales, las luchas a espada conforman lo que puede ser la filosofía de los Jedis.
Los comienzos fueron difíciles, el primer borrador del proyecto que presentó Lucas a la Universal studios, no aparecía ni la mitad de cosas que al final resultaron cruciales, pero él estaba convencido que se lo aceptarían después del éxito de “Américan graffitti”. En el borrador primigenio, Luke Skywalker, no era un imberbe héroe si no que era un general maduro con cierto aspecto a samurai. No había rastro de Darth Vader, no había ninguna princesa con ensaimada ni nada por el estilo, los androides brillaban por su ausencia.



De todos modos le rechazarían el proyecto por miedo a adentrarse en otro proyecto de temática espacial sobre ciencia ficción. “Odisea en el espacio 2001” había sido un fracaso en taquilla, y las otras compañías habían tomado buena nota. Fijaos, las que en otros tiempos se consideraban apuestas perdedoras, hoy son clásicos del cine.
Bueno, ahora empieza la historia que más me gusta, aquella en que se demuestra que cabezones y cazurros los hay en todos los sitios, (en el cine más) y que proyectos geniales sólo ven la luz cuando tienen una pizca de suerte y apoyo.
Lucas, convencido de las posibilidades de su proyecto, no ceja en el empeño y contrata a un dibujante para que realice unos bocetos que acompañarán al esbozo del guión, esta vez un poco más elaborado. El fin, era hacer más vistoso y novedoso el trabajo con el dibujo de los futuros o posibles decorados. Esta vez la fortuna, o la fuerza, ¿quién sabe? Lo guió hasta la Twenty century Fox, es más como si tal caballero jedi, lavara el cerebro de sus operarios y llegase hasta el despacho de Allan Ladd Jr. (Jefe del departamento creativo de la Fox) Sin que sufriera ninguna criba.

 Allan Ladd, exploró las posibilidades del film sin ningún perjuicio, y dio el visto bueno a Lucas, hasta lo defendió ante la junta de dirección de la compañía en el largo proceso que se empleó en la película. Es más, le consiguió un presupuesto estratosférico que superaba los ocho millones de dólares. Para tratarse de un director novel, directamente era una burrada. No sabían los directivos que treinta y dos años después, “Ávatar”, también producida por la misma compañía, costaría la friolera de unos seiscientos veinticinco millones  de dólares.
En esos momentos, Ladd, tampoco había leído el guión definitivo, y no veáis la cara de Lucas cuando le tuvo que explicar que en ella aparecería un perro de dos metros, que andaba a dos patas, y además era capaz de pilotar una nave estelar.
George Lucas se las vió y se las deseó para el guión. Escribió y reescribió mil veces el guión. Han Solo, que en el primer guión no estaba, pasó en guiones sucesivos a ser uno de los malos, para acabar siendo un héroe romántico. Como veis, no todo es lo que parece. El mito del samurai, no estaba presente tampoco al principio, pero luego aparece por partida doble, porque se escenifica en el maestro y en el aprendiz, de hecho Luke, comienza en la primera entrega de la saga, a encaminarse por el camino del samurai, es decir regirse por le código del “Bushido”, sus máximas se encarnarán en el personaje de Luke Skywalker (honradez y justicia, valor heroico, compasión, cortesía, honor, sinceridad absoluta, deber y lealtad).



De la reescritura del guión, siempre sacaba a la luz cosas nuevas, y ya tenía material para unas 200 páginas, cuando un guión estándar de cine de dos horas, ronda las 120 páginas. A medida que iba escribiendo, caía en la cuanta de que lo que en realidad tenía entre manos era una trilogía. Como si de un actor del método hablásemos, fue reconstruyendo la historia y pasado personal de todos los personajes, y lo que podrían ser sus relaciones y conexiones interpersonales. Aquí deslumbró la posibilidad de hacer una trilogía anterior en el tiempo. Ya en esta época tenía una jugarreta preparada para la segunda parte, “El imperio contraataca”, porque al tener claro que Darth Vader era el padre de Luke Skywalker, preparó una treta en el la postproducción. El kit de la cuestión está en que la voz de Darth Vader es la de James earl Jones, pero el actor que interpreta al hombre detrás del casco negro es David Prowse, el cual se enfadó en el estreno de la película cuando descubrió que su voz había sido doblada. El caso es que en la segunda película, en la escena dicen otras frases, y después en postproducción se dobla la frase incendiaria de “Luke, yo soy tu padre”, desconcertando así, a los propios actores, y gente del Studio, que no sabía nada, de hecho Lucas desarrolló paralelamente la historia de un padre con el cual Luke se comunicaba a través de la fuerza, con lo que daba verosimilitud al texto que se decía en escenas posteriores y al diálogo que mantiene con Yoda anteriormente en el planeta Dagobá. Mark Hamil se enteró de esto como mucha otra gente el día del estreno. Todos se quedaron de piedra, pero la historia ganaba muchos quilates.



Lo que está claro es que el trabajo de guión fue muy laborioso, porque sin pretenderlo, Lucas, preparando una película se encontró con seis. También por eso, el proceso de elaboración de la película desde que la Fox le da el visto bueno, hasta que se procede a la grabación, es muy largo, cuatro años.
Con el guión hecho, comenzó el proceso de casting, que George Lucas aprovecho para reducir costes uniéndolo al que hacía su amigo Brian de Palma en “Carrie”. Los directores colaboraron uno con otro en ese casting cruzado, tanto es así, que actores que hacían prueba para una de las películas, acababan consiguiendo papeles en la otra, como es el caso de Sissy Spacek, que hizo la prueba para princesa Leia, y acabó llevándose el protagonista de Carrie, papel que la catapultó al estrellato. Lucas quería una joven de la edad de Mark Hamil, que denotase dulcura y al mismo tiempo pudiese armarse de valor y sacar las uñas cuando fuese necesario, era la líder de un grupo rebelde. Eligió al final, a  Carrie Fisher, hija de la actriz Debby Reinolds (Cantando bajo la lluvia). Lo que poca gente sabe, es que otra de las actrices que estaba en la recámara y que hizo el casting, pero se descartó por ser demasiado joven, era Jodie Foster, que en ese momento contaba con trece años y acababa de estrenar “Taxi Driver”. De todas formas, quedó de suplente por si Carrie Fisher no daba la talla, era la segunda película que hacía. En cambio, Foster aún siendo muy jovencita, había dado muestras de una calidad interpretativa descomunal.



La gran sorpresa fue le papel de Han Solo, que tardó en adjudicarse, porque era un tema peliagudo, muchísimos actores pasaron por los castings, como el caso de Burt Reinolds, muy conocido por sus personajes cínicos y chabacanos, el problema es que acabó rechazando el papel, incluso Tom Selleck pudo conseguirlo pero le aconsejaron desde su círculo, que no era conveniente arriesgarse en ese tipo de historias, Tom Selleck aún debe de estar llorando hoy en día, menos mal que le dieron un Ferrari para mitigar sus penas. Mientras no contrataban  al actor de Han Solo, pidieron a Harrison Ford, un actor que empezaba y al que Lucas le había dado un papelillo en American Graffiti, que diera las réplicas a Mark Hamil y Carrie Fisher. La sorpresa es cuando descubren que la acidez de Ford es la perfecta para el papel. Lo contratan y muy  barato, otro gallo cantaría en la secuela, por eso en el guión nunca queda claro si se queda o se va en esa relación amor odio con la princesa Leia. Estaba todo supeditado a la firma del actor, pero el éxito de la primera película hizo reflexionar a Ford y firmó por dos más.



Para el papel de Obi-Wan, Lucas había pensado en Toshiro Mifune, actor protagonista de la Fortaleza escondida, pero al final prefirió a una figura más conocida en occidente. Y consiguió los servicios de una leyenda, Sir Alec Guinnes, ganador del Oscar por “El puente sobre el río kwai”. Todo un caballero inglés. También consiguió los servicios de Peter Cushing, actor legendario de la Hamer, para el papel del gobernador Tarkin. Por cierto, hay una anécdota muy famosa de Peter Cushing, y es que le qudaban apretadas las botas y pidió a Lucas que so grabaran por encima de la cintura, sin planos generales, con lo que el resto de escenas las interpretó en zapatillas. Luego los demás personajes, los eligió por físico ya que Anthony Daniela, haría de C3po, David Prowse, haría de Darth Vader, Peter Mayhew haría de Chewbacca, que por cierto, fue diseñado a partir del perro de Lucas, y Kenny Baker, de R2D2. Todos estos últimos, están detrás de un traje, con lo cual eran contratados por físico o habilidad, por ejemplo el caso de Darth Vader, era claro que con un culturista debajo de ese traje, impone un respeto.



Con todo el reparto y la la pre-producción completada, el equipo se traslada a Túnez, es allí donde se graban las escenas del desierto. El ambiente era terrible y el tiempo no acompañaba, de hecho, sin ir más lejos, el primer día de rodaje se produce una tormenta de arena que le manda todos los decorados a tomar viento.
Al día siguiente, hacía 40 grados a la sombra y se tenía que grabar la escena de R2D2 vagando por el desierto, pero el maldito dispositivo eléctrico del muñeco no funcionaba a la de tres, y decidieron impulsarlo con un hilo de nylon invisible con un Kenny Baker asándose de calor dentro del muñeco haciendo que se moviese manualmente. Los días eran asfixiantes y hubo varios desmayos, incluso, el traje de C3po se tuvo que hacer de nuevo, porque se hizo de unas medidas tan diminutas que ni siquiera entraba en el Anthony Daniels, que es un  tirillas.
En Inglaterra, y en unos studios con ambiente controlado, el rodaje seguía descontrolado, para empezar, Lucas se creó mala fama entre el grupo de profesionales británicos, en efecto, Lucas con sus botas camperas, sus vaqueros y sus camisas a rayas, era un cante permanente, era como llegar a Inglaterra y decir: sí, soy americano, ¿qué pasa? También se canjeó mal ambiente entre el grupo de actores, porque era un novato en lo que se refiere a dirección de actores, eso te lo da la experiencia y el ritmo de los mismos actores, no la universidad de cine de UCLA. La relación se deteriora porque Lucas no es capaz de comprender que los actores no pueden asimilar al momento ese texto sin contexto, sin imaginarse los efectos, no podían imaginarse la épica de lo que estaban grabando, con lo cual las actuaciones no eran acordes. La impaciencia del director que era consciente de todo esto exasperaba a los actores, que no entendían ciertos toques dramáticos de la película, más bien, pensaban que se trataba de una película infantiloide.



Esa sensación de película infantil le entró cuando al otro lado del charco, los directivos de la Fox vieron el material grabado, pidieron responsabilidades a Allan Ladd, y este intentó justificarse y plantear la idea que sin efectos especiales no podían entenderse las  tomas en su totalidad. Pero los directivos no estaban por la labor de que un director principiante se salga del presupuesto, cuando ese presupuesto es de más de ocho millones de dólares, y aun por encima lo que ha filmado no tiene a su parecer, ni pies ni cabezas. La resolución de la compañía fue darle un ultimátum a Lucas y recortar el presupuesto en lo que quedaba de producción. Lucas aceleró el ritmo de rodaje, e iba de un set para otro a ritmo de rayo. Las últimas escenas rodadas, casi eran meras improvisaciones, y si el material tenía algún defecto para el montaje, se lo tenía que comer con patatas. La fecha del estreno estaba ya fijada, y aun que Lucas trabajó arduamente en la post-producción junto con su mujer, que era montadora, no alcanzó a entregarla en fecha con lo cual se tuvo que posponer el estreno hasta finales del año 76, a esas alturas la confianza depositada en Lucas era nula y en el proyecto también. El golpe mortal aún estaba por llegar, y es que la compañía fundada por el, la ILM (Industrial Light and Magic), de los más de trescientos efectos que le había encargado no tenía ni el 10% de ellos realizado, y además, no eran de la calidad esperada. La noticia era desoladora, había que retrasar el estreno hasta el 77, y una inversión de millones tirada al traste, además el metraje sin efectos no servía para nada, y de aquella la única empresa capaz de hacer los efectos de aeromodelismo era la ILM. Lucas se tuvo que poner al frente de las operaciones y a un ritmo de 14 horas diarias, hicieron en seis meses todo el trabajo, pero a Lucas le costó una angina de pecho y un amago de infarto.



Al mimo tiempo se montan también los efectos de sonido, que son muy especiales en esta cinta, por ejemplo, el sonido de respiración de Darth Vader, tantas veces imitado hoy por los fans, se consiguió metiendo un micro en una bombona de buceo. Para R2D2 se utilizaron gemidos de bebes, pero que eran imitaciones. Las espadas laser, chocaban cables de una torre de alta tensión.
Por suerte, aunque Lucas aún no lo sabía, la fortuna estaba cambiando de lado, y para la banda sonora no tenía ni puñetera idea de lo que iba a hacer, se dejó aconsejar por uno de los amigos con los que había intimado en la American Zoetrope, se trata de Steven Spielberg, que ya había empezado su trabajo de colaboración con Williams en “JAWS”, y que recomendó a Lucas encarecidamente, por suerte, Lucas le dio unas indicaciones generales de lo que quería, una historia con tintes épicos, y Williams le dijo que no se preocupara y que dejase todo en sus manos. Lucas, después de todo lo que había pasado, ya temblaba, pero por suerte, cuando la oyó tiempo después no se podía creer lo bien que había quedado. Era un puntazo que revalorizaría la película. Con lo cual ya está todo preparado y listo para dar el pistoletazo de salida, y además, como la inversión ya estaba gastada no tenía nada que perder la Fox. Lucas empezó una campaña de divulgación entre los fans de la ciencia ficción que caló hondo y todos esperaban esta película, pero más allá de eso, todos los datos parecían indicar que sería un desastre, como mucho serviría para recuperar la mitad de los costes de producción.



. La verdad es que los tremendos efectos especiales para la época calaron fondo entre esos círculos que se fueron ampliando entre familiares y amigos, y a la noche del primer día de exhibición, ya había recaudado lo invertido. En los días posteriores, la afluencia de público al cine fue masiva. Y… al mes, esta película ya era una leyenda. No en vano, hoy en día está considerada patrimonio fílmico de la humanidad.
En otro orden de cosas, ¿Os acordáis cuando os dije que hasta entonces lo del marketing, en hollywood no se lo tomaban en serio?, tanto es así, que el sueldo que percibía Lucas por la labor de director, era irrisorio, pero el muy cabrito, firmó un contrato en el que Fox le cedía todos los derechos de explotación del marketing y un 40% de beneficios netos. Lucas intuía el éxito de la película, no le llaman “El rey Midas del cine” por nada.


domingo, 17 de octubre de 2010

UNO DE LOS NUESTROS


 "Típica película de Scorsese: larga, densa, de esmero plástico y, narrativamente, dura y profunda. Los personajes están soberbiamente interpretados por Liotta, De Niro y Pesci. Muy buena" (Francisco Marinero: Diario El Mundo)

Nunca he oido una declaración de intenciones tan descarada como la que Scorsese nos ha hecho en esta ocasión.
Ray Liotta : “Que yo recuerde, desde que tengo uso de razón, quise ser un gángster”. Y todo esto después de haber, disparado y acuchillado a un hombre en el maletero de su coche, junto a otros dos energúmenos como él.
En las primeras escenas se gesta el pacto que va a establecer el director con el público de la sala. Habremos de acompañarle en un viaje cómplice, donde nos vamos a encontrar con una amalgama de situaciones y personajes límite, antihéroes fuera de la ley. Es la desmitificación del gángster clásico y la familia organizada. Aquí cada cual va a su bola sin importarle la amistad, el parentesco o demás cuentos chinos que sirven para ablandar el corazón. Si te toca ir a prisión, no pasa nada, eres el rey de la penitenciaría. Únicamente tienes que tener en cuenta una cosa, no irte de la lengua.



Quizás nos conquista y apasiona ese mundo como consigue con el protagonista, el imberbe Henry Hill, que tras ese mundo de juego, poder, trajes y relojes lujosos, cae en la trampa de creerse el más listo de todos los chicos listos. ¿Quién como él a su edad no caería en la tentación?, aún hoy, sabemos que son unos sinvergüenzas y nos caen bien de todas formas.
Es un mundillo que conoce Martin Scorsese, no en vano se crió en “Little Italy”, vamos, que creció en el medio de la pomada. No tomó su vida otro derrotero, porque estuvo muy enfermo durante una larga temporada. En la cama, postrado, cimentó su vena cinéfila y al final se convirtió en uno de los mejores directores del último medio siglo.
Como ya suele ser habitual en la filmografía de Scorsese, nos cuenta una historia de ascenso y posterior caida. Adaptado de la novela de Nicholas Pileggi, quien le ayudó con el trabajo de guión, pues la verdad es que la estructura narrativa a la que nos quería llevar Scorsese, tiene mucha componente narrativa y de novela. La voz en off, nos va conduciendo por las sinuosas curvas de esta película, sirve de contrapunto a esos momentos de excesiva violencia o descontrolado carácter de alguno de sus personajes. Joe Pesci, hace ya su célebre aportación de gangster cabreado, actuación que le vale el Oscar de la academia, que volvería a repetir en “Casino” junto a Scorsese y de Niro. Si cabe, en esta película está más contenido y comedido. Su actuación es más natural y por lo tanto gana más la película. Prefiero “Uno de los nuestros” a “Casino”, porque las dos hablando de lo mismo y quizás, con un carácter y un espíritu gamberro, Uno de los nuestros es más natural, más creíble, más orgánica, mientras que Casino es una película basada en el desenfreno, de hecho tiene un ritmo y un lenguaje en el que te sientes como en una montaña rusa.



De Niro, no siendo un gran papel el de Uno de los nuestros, hace una interpretación curiosamente inquietante, porque sabes que es un asesino y de los peores, todos cuentan historias alrededor de él, pero él aparece afable, como un padre protector, alguien sobrio de quien aprender el oficio. En todo momento la aptitud de Robert de Niro es misteriosa, porque hiela la sangre. Un hombre del que sabes que es capaz de lo peor, pero para matarte, antes te seducirá con un caramelo, y no sabes nunca cuando atacará.
No es por confesar que De Niro es para mí, como lo fue para Scorsese, un actor fetiche. De hecho, la gran oportunidad perdida de esta película fue la de no aprovechar a Robert De Niro de protagonista. Vosotros aduciréis que lo digo porque me gusta, pero la realidad es más simple. Scorsese quería a De Niro para protagonista, pero el actor respondió con una negativa. Explicaba que ya había participado en “El padrino”, “Erase una vez América”, en “Los intocables” hizo de Al Capone, y el parecer de Robert, era contrario a realizar en tan poco espacio de tiempo otro papel relacionado, pues el miedo al encasillamiento estaba latente. Además, uno de los fuertes del actor y en parte, lo que le catapultó a la fama, fue esa capacidad de camuflarse en infinidad de personajes variados. Esto supuso un problema para el director ya que tenía todo listo y no se esperaba que el actor que participó tantas veces con él y que además era amigo íntimo, rechazaría el papel sin siquiera leerlo. Bueno, hay que entender que Scorsese se creyó que De Niro había leido el guión, por desgracia no fue así. Podemos achacarlo todo a la desgracia, porque Scorsese conocía muy bien a De Niro y sabía que no era de esos que no se tomaban su trabajo en broma. Sabía además que Bob, diminutivo con el que se conoce a De Niro, era uno de esos actores que si el papel era interesante haría lo que fuese, removería cielo y tierra para conseguirlo, con lo cual encagó sin hurgar más, la escusa del encasillamiento era comprensible, con lo que tenía que buscar a otro protagonista. Encontró a Ray Liotta y comenzó el rodaje. Fijáos como son las cosas, que en esto, De Niro lee el papel e inmediatamente llama a su viejo amigo diciendole que aunque sea un papel de mafioso, el personaje es de primera, tiene muchas posibilidades y el guión es buenísimo. La pena es que Scorsese le tuvo que denegar la petición pues ya había protagonista, así es la historia de cómo De Niro terminó en la película haciendo el papel de Jimmy Conway.



Si tan sólo una pizca más de fortuna y menos de estupidez bastara para cambiar el destino de una película, esta fue la ocasión perdida de hacer una obra maestra indiscutible. No es por desmerecer el trabajo de Liotta, que es un actor muy correcto, pero solo eso. Creo que su aportación a la película es salientable, aunque para que nos vamos a equivocar, todos estaríamos babeando si hechásemos la mirada atrás, 20 años y viesemos a De Niro en el papel de Henry Hill.
Imaginad, que aun así, esta película está considerada como una de las tres mejores películas de la historia del género Mafioso.
Lo mejor de la película y su guión es que está no sólo ambientada en el mundo de la mafia y luego se desarrolla como una historia paralela, si no que el golpe de la Lufthansa fue real. La policía y el FBI, aun hoy no han dado con los responsables del golpe, pues las investigaciones que seguían, cuando se acercaban peligrosamente a alguien, este acababa muerto, con lo que saben que utilizaron un chivaton en la Lufthansa, incluso saben milimétricamente como se produjo el robo, pero no tienen idea de quien fue.



El mafioso al que encarnaba Joe Pesci, Tommy Desimone, asesinó al chaval que le servía las copas tal cual como aparece en la película, relatado por el verdadero Henrry Hill, del que la película cuenta su vida. Y es que, además, no es necesario inventar mucho, pues la vida de Henrry era tal cual. El guión de Nicholas Pileggi y Scorsese es fiel a la vida. Sólo se tomaron algunas licencias en escenas, como la de Pesci, en la que advierte a Liotta, para que lo tome en serio, por otra parte una de las escenas más logradas de la película y paradójicamente dirigida casi en su totalidad por el actor Joe Pesci.”¿Por qué cojones dices que soy gracioso?, acaso ¿tengo cara de gracioso?”



Esta es la escena

La rumorología estos días, anda divulgando que se pretende hacer por parte de la HBO, una serie basada en la película, y en la que podrían estar involucrados Nicholas Pileggi, escribiendo algunos guiones y Scorsese produciendo y dirigiendo el capítulo piloto.
Como anécdota comentar, hablando de series, que David Chase, el creador de 'los Sopranos', nunca escondió su fascinación por la película de Martin Scorsese. Hasta el punto que le había propuesto el papel de Tony Soprano a Ray Liotta, que se negó y fue contratado James Gandolfini para el papel.
Yo tampoco lo puedo negar, esta película inspira mucho, el director Frank Darabont visionó cada domingo durante el tiempo que duró el rodaje la película "Uno de los nuestros" de Martin Scorsese, para inspirarse en los diálogos de la narración en off y plasmar en la pantalla el paso del tiempo. La estructura y el montaje del guión trabajado con improvisaciones por parte de los actores y director es escepcional, hay que felicitar a Thelma Schoonmaker, montadora y habitual colaboradora de Scorsese.
Hablaría horas y horas de esta película, sólo diría para acabar, que los que no la habéis visto, que por desgracia aún hay gente por ahí, teneis que verla, y los que ya la han visto, recomendar su nuevo visionado para regocijarse en esta obra de arte.


  El verdadero Henrry Hill

Os dejo aquí una muestra del guión:


Para nosotros vivir de otra manera era impensable, la gente honrada que se mataba en trabajos de mierda por unos sueldos de miseria que iba a trabajar en metro cada día y pagaba sus facturas estaba muerta, eran unos gilipollas no tenían agallas. Si nosotros queríamos algo lo cogíamos y si alguien se quejaba dos veces le dábamos tal paliza que jamás volvía a quejarse, era una simple rutina que ni siquiera lo pensábamos”


“Si formas parte de un grupo, nadie te dice que van a matarte. No hay ni peleas, ni insultos como en las películas. Los asesinos llegan con una sonrisa”.

“Jimmy era de esa clase de hombres que en las películas siempre están del lado de los malos”.

“Entre nosotros siempre nos llamábamos buenos compadres, como cuando dices a alguien verás como te cae bien, es un buen compadre, uno de los nuestros”.


- Mi hija me ha comentado que es usted medio judío.
- Es mi mejor mitad.

“Para mi ser gangster era muchísimo mejor que ser presidente de los Estados Unidos”.

“Sé que hay mujeres, por ejemplo mis mejores amigas, que habrían dejado a su novio en el momento que les hubiera dado un revólver. Pero yo no. Si he de decir la verdad, hasta me puso cachonda”.

Y muchas más, el filón es inagotable.

sábado, 9 de octubre de 2010

SIN PERDON (Unforgiven)


Perteneciente al subgénero de western crepuscular, está considerado como la mejor del género de los últimos 25 años junto con quizás, bailando con lobos. Aunque Sin perdón deja un sabor más cercano al salvaje oeste.El título original era "Unforgiven".
Hai imágenes tan poderosas que crea el cine, que ya no se diluyen.Quien no ha visto a Eastwood enfadado, acordaros de la analogía que hacia de Gran torino y Unforgiven, en la que una mueca incendiada, llena de odio y sed de justicia, nos mira apuntándonos con un rifle. Eastwood siempre tiene ese enlazar escenas de una película a otra, de hecho nunca ha inventado nada nuevo, es como si viviese de revisiones de lo anteriormente visto con Sergio Leone y Don Siegel. Pero si cabe pone de relevancia la importancia de la revisitación de los géneros, ya que, mejora muy mucho el Spaguetti western, no me refiero a "Hasta que llegó su hora", que por supuesto es una obra maestra de Leone, si no a su trilogía de los dólares y demás Spaguettis.



Este western destaca por su madurez, separándose de todo lo anteriormente hecho por este. Los personajes son desgajos que va moldeando el tiempo y el infortunio, heridos por fuera y humillados por dentro, abocados a reverlarse contra la violencia engendrando esa misma violencia. Un círculo furioso y nauseabundo envuelto en una pesadumbre, una gravedad y un peso, poco frecuente. Tratandose de un western se puede decir que traspasa con creces la psicología de sus protagonistas, para dotarlos de sentimientos contradictorios y fallos inconfesables.
Esta atmósfera negra que crea el director y se cierne sobre los protagonistas, a quien los ahoga, no deja que se desarrolle su lógica, que disparen sin preguntar, no aquí tienen que pensar y elegir la opción menos mala. No hay lugar para lamentos, todos funcionan por el principio de acción reacción. Los valores que posee en protagonista distan mucho de los del héroe, más bien es una sombra del pasado que vuelve a saldar su cuenta con la justicia o con aquello que siempre ha vilipendiado.



Se trata de la vida y obra de William Munny, un expistolero retirado que se dedeca a cuidar de los cerdos y sus hijos, y que se miente cuando da por enterrada su época negra. Se trata de la desmitificación del pistolero, y por extensión del Western, a los que se le añade temas y una profundida filosófoca que nunca antes había obstentado.
Los personajes están descritos con caracteres duros y recios, la acción sucede en una región desolada, como en muchas partes de la película impregna a sus personajes. No hay lugar para la vacilación, la brutalidad de Hackman es inenarrable y conduce a todos los personajes a situaciones límites. Confluye todo en la escena donde entra Eastwood, con el rifle en manoy calado el sombrero,  lleno de ira y sed de venganza. La voz de Constantino Romero hace el resto.Una realización maestra.



FRASES

  CLINT EASTWOOD "Bien, ahora voy a salir. No dudaré en matar a quién vea fuera y si alguien se atreve a dispararme, además de matarle a él, mataré a su esposa, a sus amigos y quemaré su maldita casa. Estais avisados".
ALICE "El que permitamos que idiotas malolientes nos monten como caballos no significa que permitamos que nos marquen como caballos. Es posible que solo seamos unas putas pero por dios no somos caballos."

viernes, 1 de octubre de 2010

WALL STREET


Me parece muy oportuno en esta época de crisis, recomendar esta película y descubrir los puntos oscuros del tan alabado neoliberalismo económico. Aquella nueva idea revolucionaria que iba a cambiar el mundo para bien y sería capaz de alienarnos de nuestras preocupaciones básicas para ascender en la pirámide de la vida, aquella que inventara Maslow para explicar nuestras necesidades.
Stone tiene la necesidad de retratar los desafíos que se marca la sociedad americana, sus aciertos y sus fallos. Quizás en esta película retrata uno de los fallos más marcados del último periodo de siglo pasado, la actividad bursátil. Siempre tan llamativa, tan atractiva, como preparada por el mismo diablo para hacernos caer. Como todo en el mundo del engaño, todo sube y baja, solo se mantiene el que es partícipe de la mentira y juega con nosotros.
La crítica que quería aportar Oliver Stone, era al sistema capitalista en el que todo los bienes del planeta se amasaban en las manos de unos pocos que lo administran de manera depredadora sin importar a quien se lleven por delante. De la nueva sociedad neoliberal, ese mounstruo al que ya no se puede parar, tiene sus propias reglas, y no está dispuesto a perder la partida.



Por otra parte, Stone esconde sus verdaderas cartas, pues aunque parezca una crítica velada a su país y la forma que tiene su país y su cultura de entender el mundo, subyace en todo ello un tremendo erotismo, que atrae a todo aquel que se acerca a la película. Pues por ejemplo, la cinta causó gran sensación en los entornos Yuppies, y sobre todo en sus inberbes miembros que tomaban las máximas de Gordon Gekko, como su segunda biblia o su texto de cabezera.
La película tenía ideas tan novedosas como que la información mueve el mundo, en aquel momento, habían inventado internet, pero seguro que no se esperaban el boom de lo que es hoy, de hecho el móvil de Douglas, hoy en día pasaría por ser una cabína móvil. En los tiempos que corremos, tenemos asumidas estas ideas, este legado que nos ha dejado. La idea de la especulación, del fraude inmoviliario, del espionaje industrial, son ítems propios de nuestros días. Wall Street, ha sido una película adelantada a su tiempo y nos ha dejado otra manera de entender las finanzas, pues este no es un tema que apasione en Hollywood, y esta es una de las pocas películas que se erige de entre todas las demás. Stone domina el mundillo, porque su padre trabajó durante 35 años en la bolsa. Esta película va dedicada a él.
Todo aquello que dirige Oliver Stone,  que pasa por ser el que para muchos es la piedra en el zapato de la administración americana del último tercio de siglo, va cargado de crítica. En estas últimas cintas como “World Trade Center”, más que una pluma cargada de crítica, semejaba una crítica pluma cargada. Perdió un poco de punch, se volvió como el hermano aburrido de Michael Moore, dedicado a los paseudo-documentales. Ahora,  después de retratar a George W. Bush, vuelve con Michael Douglas en el papel protagonista (Gordon Gekko) por el que ganó un globo de oro y un oscar al mejor actor. La pena que te entra con estas segundas partes, (se estrenará el 8 de Octubre) es que las buenas obras es mejor a veces dejarlas como están, porque corremos el riesgo de estropearlas, o hacer caer el mito del personaje, porque Gekko, ya es un mito, es la personificación que el cine nos ofrece de un tiburón de las finanzas.



La cinta retrata un mundo gobernado por el dinero como único valor al que aspirar, sin importar los principios íntimos que puedas violar. Un mundo que te empuja a ensuciarte las manos y el alma. Precisamente, este mundo es el que se presenta en forma de sueño americano para un joven broker de la bolsa de Nueva York. Le atrae esa voracidad y esa competitividad que desprenden los negocios con especulaciones millonarias, como las que tiene Gordon Gekko.
Bud Fox (Charlie Sheen), ese joven, va adentrándose en un mundo de tiburones despiadados pensando que es una pecera que puede manejar, pero en la pecera sólo hay sitio para un escuálido, y en el mundo de este gran pez, las cosas funcionan por instinto o por dinero.
Oliver Stone se hace eco en esta película de un fenómeno que en los 80 supuso un nuevo hito en la economía en cuanto a prácticas financieras, pero que tarde o temprano se acaba pagando. Bud Fox comprende sólo al final, la pimera regla de oro en este mundillo, “Todo sueño tiene su precio”.


Frases de la película:

“Si no estás dentro, estás fuera”- Gordon Gekko.

“La codicia no es mala, ha hecho progresar al mundo”- Gordon Gekko.

“Si quieres un amigo, cómprate un perro. Esto son negocios”-Gordon Gekko.

“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma a cambio?” (Mateo, 16)

Muy recomendable aunque no tengas ni idea de bolsa