"Drama de tintes políticos que narra las relaciones de un periodista comunista y una escritora. Excelente fotografía de Storaro y conseguidas interpretaciones en una historia muy interesante" (Fernando Morales: Diario El País)
Quizás estea hablando de una obra muy personal, que no le guste a todos los públicos, no en vano, hay que avisar de su duración, 200 min redondos. Advierto que tampoco son 200minutos plagados de acción ni suspense. Es una película de carácter histórico, trata de narrar los acontecimientos que azotaron Rusia en la primera parte del siglo XX. La trama se organiza a través de un periodista que es enviado a Rusia para narrar los acontecimientos de la revolución. Se trata de John Reed, el único americano enterrado en el Kremlin.
La primera parte, hay que reconocer que siendo interesante ver los comienzos del personaje, al fin y al cabo se cria de lo que se come, es sustancial por su relación con Keaton. Por lo demás, pasa una hora y aún no sabes de que va la película, ni ves el color rojo por ninguna parte. Es la segunda hora la que engancha de verdad, donde se produce en toda su ebullición los acontecimientos que cambiarán el destino de la Rusia de los Tzares. La última hora decae un poco aunque es muy agradecida, es donde sale el trasfondo humano de la película.
Está claro que el resultado estrenado es bastante variopinto, es una película que navega entre partes efectistas y otras con faltas de punch. Como si Beatty fuese un director de grandes películas y en la parte intimista no cuajara del todo, no supiese hacerlo, no digo , de una manera más interesante, pero si podría hacerlo algo más atractivo.
El personaje de John Reed es interpretado por Warren Beatty, que además la dirige. No fue fácil para él, además manejó mucho presupuesto y un primerísimo plantel, para 1982. Nada más y nada menos que Gene Hackman, Jack Nicholson y Diane Keaton.
Puede uno quedarse perplejo ante un debutante en la cámara que pueda dirigir a somejante plantel, pero ya os he avisado anteriormente que Warren Beatty era un personaje y un granujilla de los gordos, cuando quería. Me refiero a que Beatty tenía una forma de actuar un poco guarra y peculiar, aunque me gusta.
Él fue productor de Bonnie and Clyde, que antes de estrenarse puediera parecer una película exclusivamenten de gungsters. Ahora bien, espero que os acordeis del post sobre el director Clint Eastwood, pues porque en ella aparecía un personaje que ahora os sonaría familiar. Me refiero a Pauline Kael, aquella que vilipendiara a Clint, tachándolo de energúmeno, sólo capaz para hacer películas de matón.
Pues bien, este personaje, al ver la película dijo que Beatty era un pésimo autor, acto seguido, Beatty, la llamó y la sedujo. Posteriormente hablaré de la reputación y fama del actor más mujeriego de todo hollywood. El caso es que Kael cambió de opinión y comenzó a poner la película por las nubes, de tal forma que la gente acudía a ver en masa una película que de otra forma no alcanzaría el icono cultural que alcanzó. Presumiblemente, tendría su público, pero ya se sabe que en esto del cine las oportunidades lo son todo.
La historia del actor con las mujeres es muy largaaaa... de contar, para resumir, el se jacta de haberse acostado con casi unas 13.000 mujeres, sin contar rollitos ocasionales. De hecho una vez, su hermana, Shirley maclaine se jactaba de ser la única mujer que estaba segura de no haberse acostado con él. Lo que sí no me acuerdo es quien acuñó la frase famosa "Lo de ir a hollywood y no acostarse con Beatty es como ir al Vaticano y no ver al Papa". Ahora se comprende mejor, porqué cambió la periodista Pauline Kael tan rápido de opinión. Tambien os puedo dejar una foto de cuando era joven.
Puede uno quedarse perplejo ante un debutante en la cámara que pueda dirigir a somejante plantel, pero ya os he avisado anteriormente que Warren Beatty era un personaje y un granujilla de los gordos, cuando quería. Me refiero a que Beatty tenía una forma de actuar un poco guarra y peculiar, aunque me gusta.
Él fue productor de Bonnie and Clyde, que antes de estrenarse puediera parecer una película exclusivamenten de gungsters. Ahora bien, espero que os acordeis del post sobre el director Clint Eastwood, pues porque en ella aparecía un personaje que ahora os sonaría familiar. Me refiero a Pauline Kael, aquella que vilipendiara a Clint, tachándolo de energúmeno, sólo capaz para hacer películas de matón.
Pues bien, este personaje, al ver la película dijo que Beatty era un pésimo autor, acto seguido, Beatty, la llamó y la sedujo. Posteriormente hablaré de la reputación y fama del actor más mujeriego de todo hollywood. El caso es que Kael cambió de opinión y comenzó a poner la película por las nubes, de tal forma que la gente acudía a ver en masa una película que de otra forma no alcanzaría el icono cultural que alcanzó. Presumiblemente, tendría su público, pero ya se sabe que en esto del cine las oportunidades lo son todo.
La historia del actor con las mujeres es muy largaaaa... de contar, para resumir, el se jacta de haberse acostado con casi unas 13.000 mujeres, sin contar rollitos ocasionales. De hecho una vez, su hermana, Shirley maclaine se jactaba de ser la única mujer que estaba segura de no haberse acostado con él. Lo que sí no me acuerdo es quien acuñó la frase famosa "Lo de ir a hollywood y no acostarse con Beatty es como ir al Vaticano y no ver al Papa". Ahora se comprende mejor, porqué cambió la periodista Pauline Kael tan rápido de opinión. Tambien os puedo dejar una foto de cuando era joven.
El actor sabía como moverse como nadie en el mundillo, sabía jugar sus bazas, tanto amenazar como suplicar de rodillas al borde de humillarse. Empezaré explicando como dominó la situación con Bonnie and Clyde, de la que era productor y con una gran tajada. En esta ocasión creo que se dirigió a Hyman cuando quiso reestrenar la película porque había tenido buena acogida en Europa, aunque en Estados unidos las salas ya las habían sacado de cartel. Así las cosas, Hyman pensó que no sería rentable y menos cuando se enteró de la tajada del actor-productor. Beatty, que lo conocía de tiempo atrás, le dijo que como no lo hiciera hablaría de un secreto de Hyman, y que lo llevaría a juicio. En realidad era una mentira, Warren no tení ni puñetera idea de lo que decía, pero ya se sabe, en este negocio, piensa mal y acertarás. A Beatty no le hizo falta más. Hyman respondió - ¡Así, que los sabes!. Nunca se supo lo que tenía que esconder Hyman, pero a Warren le importaba un pimiento porque tampoco lo sabía.
Así entenderemos mejor como funcionaba el director de Reds, que en realidad es la cinta que nos ocupa. En ese sentido, Beatty deseaba controlar todas las facetas de la película, de hecho todos los campos fueron cuidados.
Quizás a alguno le sorprenda pero el director de fotografía es Vittorio Storaro, gurú de la fotografía en cine y con legiones de seguidores en todo el mundo. Este hombre es un icono del cine y ha trabajado con los más grandes.
El vestuario y los extras también fueron un quebradero de cabeza para Beatty, de hecho, estos útimos protagonizaron una de las anécdotas más desternillantes de la historia del cine. Veréis, Warren tiene que grabar una de las escenas donde John Reed, el protagonista, tiene que dar una arenga a unos trabajadores, una especie de mitin para hablarles de la situación precaria, los abusos laborales, etc...
El discurso caló tan hondo entre los asistentes rusos, que los extras se negaron a continuar si no les subían el sueldo y las condiciones laborales. Fue un cachondeo cuando Warren Beautty, presionado por el tiempo de rodaje cedío ante sus peticiones. Aquí teneis democracia real ya.
Esta obra consiguión tres oscars, pero lo más importante es que optó a 12 oscars. Es importante este dato, por la temática social y política de la película, amorios aparte. Sobre todo en America, en una época en la que sólo habían pasado dos décadas desde la muerte de Joseph McCarthy y todo el asunto de la caza de brujas. Esto no era ajeno a Beatty, que trabajó con Elia Kazan, uno de las personas acusadas por pertenecer al partido comunista norteamericano.
En cuanto a las actuaciones, Beatty, se revela como un excelente director de actores, aunque eso parezca mucho decir a tenor de la gente con la que cuenta. Sin embargo, la actuación sin ir más lejos de Beautty, es perfecta, fuera de artificios propios del mismo personaje. Te crees la pasión que Reed imprime a toda su obra y acciones.
Jack Nicholson, para mí, uno de los diez grandes de verdad, borda su papel en la sombra, en el vértice de ese triángulo escaleno, desigual. ÉL es el eterno amigo, más moderado, quizás más culto y menos impulsivo que Reed. Pero aporta serenidad y delicadeza a Louse Bryant, el personaje interpretado por Diane Keaton. La pena es el poco tiempo con el que cuenta Jack Nicholson, porque pienso que este personaje podía aportar más a la historia. Además tiene una ironía muy socarrona que Nicholson explota a la perfección. Toda la crítica está conforme en que los minutos en que aparece Nicholson en pantalla, dotan de interés a la película y además, creen que si llega a estar más de esos diez minutillos, sería un serio candidato al oscar con ese trabajito escaso. Algo así como Hopkins y Hannibal Lecter, lo que pasa es que Hannibal es un personaje de leyenda.
Pero lo que verdad ha sido una pena es que no le diesen el oscar a Diane Keaton. El personaje de esa esposa que espera a su marido y lo sigue allá donde le lleve la fortuana. Arrastradas por él y su sueño, compartiendo desdicha y felicidad. Es quizás el personaje más maduro de la película. John Reed, es como es, irá donde lo lleve su comunismo. Ella encuentra en Nicholson apoyo. Y se va haciendo fuerte ante las dificultades. Para mí, el trabajo de la actriz aquí está a la altura de "Annie Hall" o lo supera.
Por contra, Maureen Stapleton, se ha llevado un oscar inmerecido tatalmente, porque si aplicamos los mismos criterios. Aparece muy poco y no es para nada tan impactante como nos lo cuentan. Es más, prueba de ello es que el dvd que se quitó con motivo del 25 aniversario, ni si quiera lo contempla para competir con Warren y Diane. Al que sí ponen es a Nicholson.
Ya para concluir, destacar la enorme sombra de Beautty, y redirigirme al principio. Como decía, es un personaje que se supo mover con astucia y aprender como nadie. La inmensa mayoría del éxito de esta película es de él. El actor fue muy celoso y obsesivo con todas las facetas de la producción del filme. Partió de la novela "Los diez días que cambiaron el mundo" e Hizo algo de una astucia artistica y financiera sin igual, la tercera parte de la película, aunque no voy a contarla diré que trata del devenir de la revolución y los errores y los sinsabores que sumieron a Rusia en una profunda pobreza. De esta forma se aseguraba el mercado americano, que no soportaría una semblanza del comunismo a secas. Además aún estaban en guerra fría.
Así entenderemos mejor como funcionaba el director de Reds, que en realidad es la cinta que nos ocupa. En ese sentido, Beatty deseaba controlar todas las facetas de la película, de hecho todos los campos fueron cuidados.
Quizás a alguno le sorprenda pero el director de fotografía es Vittorio Storaro, gurú de la fotografía en cine y con legiones de seguidores en todo el mundo. Este hombre es un icono del cine y ha trabajado con los más grandes.
El vestuario y los extras también fueron un quebradero de cabeza para Beatty, de hecho, estos útimos protagonizaron una de las anécdotas más desternillantes de la historia del cine. Veréis, Warren tiene que grabar una de las escenas donde John Reed, el protagonista, tiene que dar una arenga a unos trabajadores, una especie de mitin para hablarles de la situación precaria, los abusos laborales, etc...
El discurso caló tan hondo entre los asistentes rusos, que los extras se negaron a continuar si no les subían el sueldo y las condiciones laborales. Fue un cachondeo cuando Warren Beautty, presionado por el tiempo de rodaje cedío ante sus peticiones. Aquí teneis democracia real ya.
Esta obra consiguión tres oscars, pero lo más importante es que optó a 12 oscars. Es importante este dato, por la temática social y política de la película, amorios aparte. Sobre todo en America, en una época en la que sólo habían pasado dos décadas desde la muerte de Joseph McCarthy y todo el asunto de la caza de brujas. Esto no era ajeno a Beatty, que trabajó con Elia Kazan, uno de las personas acusadas por pertenecer al partido comunista norteamericano.
En cuanto a las actuaciones, Beatty, se revela como un excelente director de actores, aunque eso parezca mucho decir a tenor de la gente con la que cuenta. Sin embargo, la actuación sin ir más lejos de Beautty, es perfecta, fuera de artificios propios del mismo personaje. Te crees la pasión que Reed imprime a toda su obra y acciones.
Jack Nicholson, para mí, uno de los diez grandes de verdad, borda su papel en la sombra, en el vértice de ese triángulo escaleno, desigual. ÉL es el eterno amigo, más moderado, quizás más culto y menos impulsivo que Reed. Pero aporta serenidad y delicadeza a Louse Bryant, el personaje interpretado por Diane Keaton. La pena es el poco tiempo con el que cuenta Jack Nicholson, porque pienso que este personaje podía aportar más a la historia. Además tiene una ironía muy socarrona que Nicholson explota a la perfección. Toda la crítica está conforme en que los minutos en que aparece Nicholson en pantalla, dotan de interés a la película y además, creen que si llega a estar más de esos diez minutillos, sería un serio candidato al oscar con ese trabajito escaso. Algo así como Hopkins y Hannibal Lecter, lo que pasa es que Hannibal es un personaje de leyenda.
Pero lo que verdad ha sido una pena es que no le diesen el oscar a Diane Keaton. El personaje de esa esposa que espera a su marido y lo sigue allá donde le lleve la fortuana. Arrastradas por él y su sueño, compartiendo desdicha y felicidad. Es quizás el personaje más maduro de la película. John Reed, es como es, irá donde lo lleve su comunismo. Ella encuentra en Nicholson apoyo. Y se va haciendo fuerte ante las dificultades. Para mí, el trabajo de la actriz aquí está a la altura de "Annie Hall" o lo supera.
Por contra, Maureen Stapleton, se ha llevado un oscar inmerecido tatalmente, porque si aplicamos los mismos criterios. Aparece muy poco y no es para nada tan impactante como nos lo cuentan. Es más, prueba de ello es que el dvd que se quitó con motivo del 25 aniversario, ni si quiera lo contempla para competir con Warren y Diane. Al que sí ponen es a Nicholson.
Ya para concluir, destacar la enorme sombra de Beautty, y redirigirme al principio. Como decía, es un personaje que se supo mover con astucia y aprender como nadie. La inmensa mayoría del éxito de esta película es de él. El actor fue muy celoso y obsesivo con todas las facetas de la producción del filme. Partió de la novela "Los diez días que cambiaron el mundo" e Hizo algo de una astucia artistica y financiera sin igual, la tercera parte de la película, aunque no voy a contarla diré que trata del devenir de la revolución y los errores y los sinsabores que sumieron a Rusia en una profunda pobreza. De esta forma se aseguraba el mercado americano, que no soportaría una semblanza del comunismo a secas. Además aún estaban en guerra fría.