sábado, 21 de agosto de 2010

ROSEMARY´S BABE



Quizás, con esta cinta se Desquebrajaron algunos sistemas de clasificación y géneros en la meca del cine, pues un joven judio polaco de ascendencia Francesa, es decir, Roman Polanski, había hecho una maravilla de película que no se sabía colocar bien, no se sabía si era de terror, de intriga, un thriller psicológico, o lo que más tarde el mundo se acostumbró a acuñar como terror psicológico.
Fue una forma muy audaz de rodar, pues en todo momento tenías una sensación agobiante y una atmósfera que no dejaba siquiera sitio al respiro. Te sentías como atrapado pero no sabías de qué. Toda la película adopta una postura de proposición, de insinuar pero sin mostrar nada.
El primer esbozo, no había sido idea de Polanski, pues Polanski aún no había llegado a los estados unidos, se trata de la idea de un productor, que llevó a manos de Robert Evans (personaje donde los halla, otro día os hablo de él), eran apenas unas páginas que ilustraban lo que podía ser la adaptación al cine de la novela homónima de Ira Levin.
Robert Evans, por muchas razones, quería darle el proyecto a un director más experimentado, he ahí a todo un joven prodigio, que venía de rodar dos éxitos internacionales, “Repulsión” y “Callejón sin salida”.
Polanski leyó la novela y comenzó a escribir el guión, Robert Evans ya llevaba algún tiempo con el proyecto y había contratado como diseñador de producción a un tal Richard Sylbert, uno de los genios con más tirón en aquella época, encargado de títulos maravillosos como “Trampa22”, “El graduado”, “Chinatown”, “Shampoo”, “Atrapado por su pasado”, “¿Quién teme a Virginia Wolfe?”, “Esplendor en la hierba”, “Rojos” y muchas más. Todo lo que hizo lo hizo muy bien. Era una pieza importante de la producción, Evans lo sabía, sabía que podría plasmar todo aquello que la mente de Polanski puediese elucubrar.
Evans, pese a otras facetas de su vida, era un genio como productor, bueno, o no sé, un aguililla con buen ojo para sus intereses. Creo que al final Evans trabajó en este proyecto no menos de dos años y medio. La verdad es que iba dando de clavo en clavo, porque Mia Farrow, también fue una sugestión del productor a Polanski. No sé que le había visto a esta actriz, que por aquel entonces no era nada conocida, precisamente se dio a conocer con este trabajo, y posteriormente iniciaría una relación afectiva con Woody Allen. Quizás parecía débil, como apagada y un poco pusilánime. A la postre fue algo esencial para encarnar el papel de Rose Mary. En realidad tenía que ser así, decía Evans, La cinta cuando comienza, pretende ser otra película como las de Doris Day y Rock Hudson.



Existe en este sentido una anécdota muy célebre de esta película en la que Roman Polanski, para asegurarse de la tensión, y la incomprensión de la protagonista cuando llama por teléfono al médico, al altavoz le sale una voz muy conocida para ella que no logra descifrar, nosotros no lo sabemos porque no escuchamos la versión sin doblar, pero esa cara de extrañeza a Polanski le sirvió el invento de poner al otro lado del hilo telefónico a Toni Curtis, gran amigo de la actriz. Lo que para nosotros es una cara de extrañeza por encontrar un ambiente turbio en el que el médico también podía ser un siervo de Satanás, para ella era otra cosa. Da igual, Polanski ya tenía la atmósfera y la escena rodada.
Otra anécdota, pero esta a modo testimonial, es que para la publicidad, se intentó cortar el pelo de Mia Farrow, con esa obsesión de mostrarla más pusilánime. La verdad es que ella era hippie, para nada era esa mosquita muerta que todo el mundo se piensa, y no le gustaba nada que le cortasen esa melena que a ella le gustaba tanto. Al final la convenciaeron, y ni más ni menos que se lo cortó en persona Vidal Sassoon.
La opción de John Cassavetes, surgió de inmediato, para hacer de marido de Rose Mary, pues tenía que representar al típico actor de teatro neoyorquino, y Cassavetes comenzó así su carrera, para él supuso como una autoparodia, pero como artísta comprendió la envergadura del film y de la producción, con lo que aceptó de buen grado el papel.
Ruth Gordon ganó el Oscar por mejor actriz secuandaria en el papel de diabólica vecina de la pareja, la verdad es que su presencia y su mirada inquietante siempre me ponen los pelos de punta.
Polanski supo rodearse de buenos profesionales, entre ellos destacar la admirable aportación de Krzysztof Komeda como compositor, y es que esa nana diabólica a nadie se le quita de la cabeza, sobre todo después de la última escena. Sólo compuso esta película en Hollywood, pues moriría poco tiempo después. Fue toda una desgracia para Polanski, el pobre no sabía aún la que se le venía encima.



No sé si es por la negra tradicción de que todas las películas de terror tienen que tener su leyenda maldita, como si el diablo estuviese detrás de todo, como pudo pasar en el Resplandor, en la Profecía, o como se demuestra en esta película. La verdad es que no me van estas cosas, pero yo simplemento os dejo los datos para que los tengais en cuenta, y... hay datos para alimentar la leyenda. Alrrededor de la vida de Ponlanski,  se producen hechos fatídicos, pues pierde a su compositor, al primer mes de empezar. Además era uno de los compositores que más prometía. El edificio donde se rueda es el mismo en el que asesinaron a John Lennon. después de acabar la película se produce la matanza famosa de Charles Manson, donde muere asesinada su mujer Shanon Tate, embarazada de su hijo. Todo el mundo mostró empatía por él, pero más tarde lo acusaron de Pedrastia y temiendo ir a la cárcel, Roman Polanski hulló de suelo americano, y hoy en día no puede tocarlo, incluso tiene ciertos problemas con paises que tienen tratado de extradición con los Estados Unidos. Un hecho significativo, ocurrió cuando ganó el Oscar por "El pianista", en 2003, pero pese a todo no pudo ir a recogerlo, se lo llevó en mano su gran amigo Harrison Ford a Praga.
¿Os acordais del post de Candilejas, cuando os dije que a Chaplin le dejaron 24 horas para recoger el Oscar que había ganado? Pues bien, a Polanski, le denegaron hasta esto.
Bueno, había algún profesional que en la traducción del título quedó descansado, porque el título original era “Rosemary´s baby”, y en España “La semilla del diablo” fastidiándonos el desenlace final. Hay algunos que perdieron los dos dedos de frente.

El éxito de la película lo resumiría Robert Evans en una frase:

“No ves nada… te produce tanto terror como el propio infierno”.


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