domingo, 19 de septiembre de 2010

TRAINSPOTTING



Una de las películas más polémicas y comentada de los noventa. Ofrece una imagen de Edimburgo y de la adicción a la heroina que nunca ha sido igualada.
La cambiante fortuna de Renton, Spud, Tommy, Begbie, Sickboy y Diane nos lleva por el triunfo y la tragedia, y de ésta a lo que podría ser el golpe de su vida: dos kilos de su vieja amiga, y alguien que quiere comprarlos...
Este film obtuvo un importante éxito de taquilla, tanto por su verborrea politicamente incorrecta como por su desparpajo y su espiritu rebelde. La película aprobecha la más que novedosa forma de tratar el mundo de las drogas desde un punto de vista, distanciado. No afronta el problema de las drogas en sí, ni hace drama ni tampoco lo convierte en una fábula con moraleja, de hecho, no demoniza las drogas, si no todo aquello que las rodea. Se centra en las relaciones de aquellos dependientes, sus necesidades y sus defectos, sus aspiraciones y sus frustaciones diarias. La película tiene un mensaje social, pero está insertado de tal forma que no parece cantoso ni aleccionador de pacotilla.



La novela de Irvine welsh, de título homónimo a la película provocó un boom en el mundo editorial, por su visión fresca de las connotaciones del consumo de heroina. Además, el texto posee una gran frescura, ¿quién no se acuerdad de la parrafada inicial de transpotting, es tan buena que siempre quedará en la mente de nuestra genración adolescente, yo soy del naranjito.
Se convirtió en un icono generacional, gracias a su estilo cuidado y a su aspecto y estilo trepidante, en el que alternaba secuencias adrenalínicas como la de la persecución o la del sueño alucinógeno del bebé colgado del techo. Junto con el ritmo de montaje que también conjugaba congelaciones con una banda sonora rompedora. Esta unión de items potenciaba la película hasta cotas altísimas, todo se junta para hablar de una nueva estética, un nuevo camino por el que transcurrir. No hay que olvidar que un año antes, la comedia británica que triunfaba era “Cuatro bodas y un funeral”. Con esto no quiero decir que Trainspotting sea una comedia al uso, porque no lo es. Tiene sus propias tragedias, como que una madre pierde a su hijo por una dejadez fruto de la dependencia de la droga, o un deportista que cae en la consumición y su vida se destroza hasta la muerte. Aún así, la cinta es tan descarada en su mensaje y en su fin que nos hacer reir con sus absurdas y desternillantes situaciones.



En ese sentido, no permite que las risas nos distraigan del mensaje, que lo disfraza por debajo, pero tampoco permite que la tragedia domine y guie a sus personajes por caminos más éticos para nuestro descanso moral. Danny Boyle, el director, deja libuertad de elección, de libre albedrio, sin censuras, sin perjuicios, ni juicios de valor. Las propias elecciones de los personajes los llevan al abismo más profundo, como el caso de Tommy o a la redención en el caso de Renton. Luego hay otros como Spud, que siguen sin inmutarse en el torrente proceloso de la vida.
El formulismo narrativo nos dice que lo que mal empieza mal acaba, pero no funciona así en esta película que rompe moldes, porque a un personaje que la sociedad aborrecería por vago, por dependiente, por anormal, o por despojo social, en esta película adquiere un carácter humano, se le coje cariño y hasta alguno se alegra de que le vayan bien las cosas, es el caso de Spud. Spud, en los años 50 nunca habría podido ser un personaje reflejado en el cine.



No sólo este personaje está vacio de vida, que por lo general lo están todos en esta película, en cierto modo, hasta el final, Renton no encuentra sus motivaciones reales. Tampoco creo que sean muchas ni muy grandes, pero tan sólo diría que no le gustaba la idea de invernar comatoso delante de una vida inundada por la droga. Uno de los puntos que poca gente conocerá es la intención del título y su imposibilidad de traducción. El asunto es que es un término inglés que denomina la afición de ver pasar los coches, como el anuncio del (giropaaaaaaa...) en España. Esta afición es bastante descriptiva de lo que supone la vida de los personajes. Además hay una escena en la que pretenden hacer algo, dar una caminata hasta unos parajes en medio de la naturaleza, pero su escasa fuerza de voluntad y su eterno odio a los Ingléses, a los que creen sus colonizadores, pues la película se ambienta en Edihmburgo, les hace incapaces de emprender ninguna empresa, con lo que la lógica consecuencia es ponerse a hacer Transpotting.
Al final, el protagonista se encuentra que seguir a la masa es muy fácil, pero se encuentra ante la dualidad de hacer lo que todos hacen o hacer lo que debe.



La película, suscitó un montón de controversia, pues de muchos puntos llegaban críticas que enfatizaban la sensación de que la cinta incitaba al consumo de drogas. Las críticas más fuertes, se produjeron por la escena explícita donde se ve como se clava la jeringa en la vena del brazo y posteriormente hay una sucesión de imágenes a cámara lente, donde se puede ver como desde dentro, la droga se va inoculando en el organismo, todo esto con una música envolvente. Yo pienso que está claro que se quería recalcar la sensación placentera real que experimenta un adicto, no por intentar realzar el mercado de la heroina. La película no la ven menores de 12 o 13 años, con lo que creo que el criterio adulto debe prevalecer.
Sin querer crear polémica, la cinta fue elegida como una de las cinco mejores de toda la historia de la filmografía británica.
Trainspotting, posee una banda sonora muy acorde con el tema y lo que pretende, con autores como: Iggy Pop, Brian Eno, Primal Scream,Lou Reed y más.

Sin duda, hay un ciclo, como un bucle argumental que empieza con el monólogo de la primera escena y recorre toda la película, nos presenta el carácter de una generación que comenzaba a relativizar y conocer mejor los peligros de la droga. con él os dejo.
 


-Renton- “Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige hipoteca a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”.

2 comentarios:

Patri dijo...

de esta pelicula destaco sobre todo la época en la que se rodó, un contexto en el que viví, la inglaterra de medidados de los 90, brit pop manía a tope! en mi blog de música le dedico una entrada: www.billieyelcine/blogspot.com
saludos de nuevo

Patri dijo...

perdón, www.billieylamusica.blogspot.com